Antígona, de Jean Annouilh, en La Riereta Teatre

miércoles, 6 de junio de 2012

02-06-12 función 26: el control sobre el escenario

La violencia en escena ha de estar técnicamente bien resuelta para que sea creíble. Es eso, precisamente: cuestión de técnica. Y de control... de la fuerza, del gesto, de saber qué haces en todo momento, que la otra persona con la que interactúas también lo sepa, y que se genere entre ambos un clima de absoluta confianza. Dar un tortazo, torcer el brazo, tirar de los pelos... son acciones que deben estar ejecutadas con absoluta limpieza de movimientos, con total garantía de que no se va a provocar daño o molestia al compañero. Hasta que... ocurre. En la función del sábado, Creón agarrara del pelo a Antígona con un exceso de ímpetu. ¿Consecuencia? Dolor y susto para la actriz, que además contempla como algunos mechones van cayendo acompasadamente sobre la escena. Entre bambalinas, reproches lógicos hacia el actor, que -si bien se había percatado de lo que había provocado con el pelo- no era consciente del mal provocado. Y la inevitable sensación de que, aunque se pretenda lo contrario, no todo está bajo control sobre el escenario.


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