Pasó de todo: nervios [inevitables], accidentes [sangrientos], desconexión de la corriente eléctrica [que provocó el aplauso del público, por cierto], asientos que crujen, algo de frío, sorpresas [muchas sorpresas]... son ingredientes habituales en este tipo de actos. Pero, ante todo, una gran recepción por parte del público. Aplausos sinceros, comentarios favorables... también habituales en los estrenos. Pero un gran público que vivió intensamente toda la carga dramática de la función.
Y tú, ¿a qué esperas para vivirlo en persona?
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